Harry tú - Capítulo 34 (2da parte)

¿MARATON NAVIDEÑA?           2/?

-____- grita Anne desde el pasillo. 

Harry pone los ojos como platos haciendo una mueca y rápidamente mira a los costados buscando un lugar donde esconderse. No puedo evitar reir por la divertida escena frente a mis ojos. Quizás debería acusarlo con su madre, después de todo fue muy irresponsable de su parte venir desde Nueva York sólo para verme. Wow. Es un completo idiota por hacer tal cosa. Sus palabras “locamente enamorado” vienen a mi mente lo que da lógica a sus actos.

- Me alegra poder entretenerte- susurra cuando se decide meterse debajo de su cama justo cuando giran el picaporte. 

Anne asoma la cabeza por la puerta.

- Ah, aquí estás-

- No encuentro las sábanas- explico no pudiendo esconder mi sonrisa. 

Anne entra en la habitación algo confundida imitando mi gesto.

- Están justo aquí- dice abriendo el armario y pasándome un juego de sábanas- ¿O quieres éstas?- 

Me ofrece unas de color azul con detalles en blanco, más comedidas en comparación a las de Bob esponja que sostengo en mi brazo.

- Me gustan éstas, combinan con mi almohada- señalo divertida al dibujo de la esponja cuadrada amarilla con su sonrisa peculiar.

- Bueno necesito unas para tu madre, así que llevaré éstas-

- Apuesto a que él mismo se compró estas sábanas-

- ¿Cómo lo sabes?- pregunta cerrando el armario

- Es que son tan infantiles-

Ahogo un grito cuando siento un pellizco en mi tobillo derecho. ¡Harry!

- ¿Estás bien?- Anne comienza a caminar hacia la puerta y trato de actuar con naturalidad.

- Si, si- la sigo- creo que sólo fue un bicho, un molesto y horrible bicho- agrego en voz alta antes de cerrar la puerta de la habitación. 

Entro a la cuarto de Gemma y dejo las sábanas encima la cama, la cual ya está hecha. Resulta que ella ya había encontrado las suyas. Mientras nos cambiamos de ropa, Gemma sin siquiera pedírselo comienza a contarme sobre cómo se enteró que Harry y yo habíamos terminado.

 

- Esa mañana desperté con la llamada de él, desesperado sin saber qué hacer. Le dije que viniera a casa inmediatamente- dice mientras se termina de atar el cordón en la cintura de su pantalón de dormir- Debería estar enojada contigo por dejarlo en ese estado-

- Gem- me siento en el piso al pie de la cama junto a la laptop de Gemma y mientras espero que el aparato encienda, desarmo la coleta que tenía peinada tratando de desenredar mi cabello con los dedos- Harry se estaba comportando como un imbécil y…-

Ambas giramos la cabeza al mismo tiempo al escuchar un ruido proveniente de la ventana y vemos a Harry sentado en el marco con un pie dentro de la habitación.

- ¿Gemma qué haces?- pregunta desde esa posición y termina de meter el cuerpo entero dando un pequeño salto.

- Hablando- responde sin dar importancia y se da vuelta para llevar las sábanas que traje hacia una silla. Ella sabía que él estaba en la casa, por supuesto que sabía.

- ¿Hablando del por qué me dejó? Hermanita, hermanita no es buena idea que le recuerdes las razones por el que me dejó ¿no crees?-

- Sólo hablábamos Harold y ya vete que queremos dormir- apaga la luz del dormitorio, de modo que sólo un velador nos alumbra.

- Sólo vine a despedirme como se debe de mi novia- se defiende acercándose a mí, se arrodilla para estar a mi altura pero viendo sus intenciones, lo detengo alzando la palma de mi mano frente a él. Ladeo la cabeza, después de todo él pidió esto. Ahora que lo pienso sería mejor dejar que lo haga, así terminaríamos con esto de una buena vez y de paso gano la apuesta. Harry suspira resignado dejando caer sus hombros.

- Tú- acusa con el dedo índice a su hermana que ya está acostada en la cama.

- Qué-

Harry apoya los codos sobre la cama todavía arrodillado en el piso.

- Tú fuiste la de la idea de no tocar-

Su hermana sonríe disfrutando el momento.

- Que yo sepa las cosas van bien entre ustedes dos asi que déjanos dormir Harold- le pide- Estamos cansadas-

Estoy segura que no está muy contento de irse pero parece que hará caso esta vez

- Está bien- contesta- también dormiré…-

- Bien- Gemma se acomoda en su lado de la cama.

- …aquí-

- Sal de aquí o mamá se enterará de dónde estás en realidad- exclama su hermana y sé que está disfrutando de tener a Harry comiendo de su mano. Él no puede responder a eso y se queda en silencio fulminandola con la mirada. Finalmente se gira hacia mi apoyando un brazo en la cama y sentandose sobre sus talones.

- Que descanses- susurra para que sólo yo lo escuche y se pone de pie.

- Hasta mañana vida- digo a propósito para cambiar su humor y logro que saque una sonrisa antes de salir por la ventana.

Con la laptop en mis piernas, me pongo a revisar mi mail. Creo que no pasan ni cinco minutos cuando  mi móvil vibra. Es un mensaje de texto de él.

“Sal a admirar las estrellas conmigo”

¿Salir? ¿A ésta hora?

- Es mi hermano ¿verdad?- pregunta y se responde ella misma- Sabía que no se rendiría tan fácilmente-

- Quiere que salga, pero es muy tarde-

- No…- se levanta de la cama casi rezongando y se dirige a la ventana- debe estar refiriéndose a otra cosa- 

Apoyando las manos en la base del marco saca medio cuerpo hacia afuera. Vuelve a entrar la cabeza a la habitación sonriendo  

- Te está esperando- dice señalando la ventana.

Frunzo el ceño acercándome e imito lo que acaba de hacer. Harry está sentado sobre el tejado de la casa a medio trayecto entre la habitación de él y la de su hermana. Miro hacia atrás donde Gemma quien me hace señas con ambas manos indicándome que salga. Lo hago torpemente y Harry ya está a mi lado para ayudarme. El tejado es un poco inclinado lo que me genera cierta inseguridad. 

Nunca me había detenido a observar el hermoso lugar dónde viven. Los alrededores están llenos de plantas, arboles es todo verde sobre las colinas. Y aunque es de noche, el reflejo de la luna le da la luz justa y necesaria, perfecta.

- Estás llevando esto de no tocar a otro nivel- me reprocha por no aceptar su ayuda cuando salía por la ventana. Cuando me siento junto a él, me alcanza una jugo de las que vienen en cajita de cartón.

- Gracias- digo alcanzandolo- ¿Sabes que vives en un lugar precioso?-

- Vivía- me corrige- Sí, este lugar es muy tranquilo-

- Genera mucha paz- murmuro mirando al horizonte.

- ¿Te gustaría vivir en un lugar así… fuera de la ciudad?- pregunta dubitativo. Su tono de voz me hace girar la cabeza en su dirección. Creo que luce algo arrepentido de su pregunta- Algún día- agrega.

- Me gustaría- le sonrío y vuelvo a admirar las colinas bañadas sólo del manto de estrellas.

Siempre soñé en un lugar así para criar hijos pero no creo que deba decir eso. No quiero que piense que… no quiero espantarlo. Obviamente quiero hijos pero no ahora, ambos somos jóvenes, apenas construyendo nuestras carreras. ¿Estoy pensando en hijos con Harry? ¡Detente ____!

- Es un lugar perfecto para criar hijos- dice echándose sobre su espalda con las manos en la nuca- ¿Qué?- pregunta al ver mi expresión.

- Estaba pensando exactamente lo mismo- quizás sí estemos hechos el uno para el otro.

Me sonríe por un momento para luego ponerse serio. Se incorpora un poco, colocándose de costado frente a mi apoyándose sobre su codo derecho.

- ¿Has pensado en eso?- pregunta en un hilo de voz alzando las cejas.

Sabía que lo espantaría.

- Sí, es decir. De aquí a unos bastantes… muchos años- tomo una profunda respiración tratando de no ponerme más nerviosa- Toda mujer sueña con ser madre… algún día-

- Pero… ¿has pensado en nosotros? Digo… en ese sueño… ¿Soy el padre de tus hijos? ¿Soy tu esposo?-

Le sonrío. Cuando creí que el día ya había terminado, Harry llega a sorprenderme una vez más. Y ahora estamos aquí, hablando de nuestro futuro.

- Si, lo eres. Si es que nos seguimos aguantando- bromeo tomando otro sorbo de mi bebida.

- Si nos casáramos…- escucho que dice y me atraganto.

- No dejaste que termine lo que iba a decir- Harry me da golpes en la espalda riendo por lo bajo.

Recién ahora me doy cuenta que usó el prefijo "si". Harry sabe perfectamente lo que pienso del matrimonio. Simplemente no creo que sea necesario un papel que certifique que estamos juntos, que nos amamos. Tengo como experiencia a mis padres, a mis 12 años no entendía bien lo que sucedía, sólo sé del infierno que pasé y pasó mi madre durante  todo el proceso del divorcio. Lo hablamos incluso antes de estar juntos, cuando nos estabamos conociendo en la casa de los jueces. 

Recién cuando mi tos dolorosa disminuye, él continúa hablando. ¡¿Por qué siempre dice tales cosas cuando estoy tomando una bebida?!

-Cómo decía.. si nos casaramos- se detiene como esperando a que me pase algo, luego vuelve a mirar al frente-...no tendrías otra opción que aguantarme. Ya sabes… “en las buenas y en las malas”-

- Sabes lo que pienso del matrimonio- suspiro.

- No creo que sea así para todos. Mi mamá por ejemplo se volverá a casar en unos meses ¿te lo dijo?-

- Si- tomo mi jugo tratando de calmar el ardor en mi garganta- me pidió que sea una de las damas para entrar contigo a la iglesia-

- ¿Y?- gira su cabeza y me mira alzando las cejas- ¿Qué le dijiste?-

- Y… acepté. ¿Por qué no lo haría?-

- Es que aunque el casamiento sea íntimo, es obvio que de alguna forma todo el mundo se enterará… y por tu expresión creo que no pensaste en eso-

Niego con la cabeza y tomo otro sorbo largo de mi bebida. Largo, hasta terminarlo por completo. 

- No debes hacerlo si no quieres- agrega- Puedes venir de todas formas pero no quiero obligarte a entrar conmigo a la iglesia-

- ¿Y dejar que otra lo haga?- resoplo- Ni en sus mejores sueños-

La respuesta de Harry por mi comentario es para derretirse. Una sonrisa tímida, de las que lo hace mirar hacia abajo un segundo, un segundo que de todas formas me permite verlo pestañear en cámara lenta para luego mirarme directamente a los ojos. Hipnotiza en cierto punto.

- Muero de ganas por besarte- susurra, quitándome el aliento una vez más.

- Hazlo-

Sé que lo está considerando, así que lo ayudo a decidirse pasando lentamente mi lengua por mi labio inferior.

- Eres una tramposa- dice echándose para atrás cubriendose la cara con su brazo.

- ¿Me puedes decir de que va este plan tuyo?-

- Ahora que lo mencionas…- se sienta nuevamente algo más entusiasmado- Mañana quiero invitarte a salir… a cenar en una cita-

- ¿Una cita?- pregunto no creyéndolo. 

Y recuerdo cuando lo dijo “quiero volver a conquistarte... empezar de nuevo” Le sonrío.

- ¿Con qué excusa saldré sola? No es que tenga amigos en la zona-

- Gemma dirá que van al cine. La dejamos a ella en el cine y nosotros nos vamos a cenar-

- Pobre Gemma- exclamo- ¿Y si la llevamos a cenar con nosotros?-

Ladea la cabeza en respuesta

- Se encontrará con alguna amiga suya _____. Creo que el sueño te está haciendo decir cosas absurdas. Será mejor ir a dormir- Toma la cajita de carton vacía de mis manos.

- Está bien. Una cita ¿eh? Sabes lo que no hago en las primeras citas ¿Verdad?- digo dandole un beso en la mejilla- Buenas noches-

Me levanto y camino con cautela para no resbalar por el techo. Harry hace lo mismo y entra a su habitación antes que yo.

- ____- me llama asomándose por su ventana y me detengo con un pie ya dentro del cuarto de Gemma- Soy consciente de eso. Pero no es nuestra primera cita y de hecho… sí lo haces- me guiña un ojo antes de meterse a su habitación.

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Ahi va la segunda parteeee y sólo obtuve un comentario... ¬¬  

Gracias Lucia ;)

Minimo haganme saber quienes lo estan leyendo :p