Harry y tú - Capítulo 27 (1era parte)

Ese mismo día pero mucho más temprano...



- No te quejes - mira su reloj- son sólo las dos de la mañana _____, tienes tiempo de sobra para dormir... por lo menos hasta el mediodía, vendré con algo para desayunar y después te preparas tranquila-

Sentada en el cordón de la vereda, asiento somnolienta abrazada a mi almohada de Bob Esponja mientras Stephanie saca mi valija del baúl del taxi. 
Finalmente llegué a casa después de un largo retraso del vuelo en el que viajé. Estoy agotada pero no me puedo quejar, las primeras dos semanas del tour fueron increíbles.


- Ahora, entra- ordena, mandona como siempre- Nos vemos en unas diez horas-

Asiento nuevamente y me levanto con dificultad del piso. Sostengo con una mano mi valija con ruedas y con la otra mi almohada cuadrada con brazos y piernas que cuelgan meciéndose mientras camino. Llego a la puerta principal  y giro la llave para entrar al pasillo, antes de cerrarlo observo a Steph entrar al taxi y me despido agitando la mano.

No creo tener la fuerza suficiente de llegar hasta mi cuarto, apenas puedo coordinar mis piernas para que avancen. Camino por el pasillo como una zombie dirigiéndome a la puerta de mi departamento, imagino que Valeria ya debe estar dormida a estas horas.

Inesperadamente me detengo al golpear mi cara contra algo suave que rebota hacia el lado opuesto, parpadeo abriendo bien los ojos, tratando de distinguir con qué objeto choqué. Tan pronto como identifico lo que es, me doy cuenta que ya voy arrastrando otros tres globos con helio, enredadas en las ruedas de mi valija. Globos. Globos rojos con forma de corazón sostenidas por bases plomadas para que no salgan volando. 

Sonrío porque sé quien es el único responsable de esto. En efecto, hay una seguidilla de globos hasta la puerta de la casa de Harry. ¿Él ya está aquí? Creí que lo vería por la mañana, pero éstas son realmente buenas noticias.
Empiezo a juntar los globos a medida que avanzo hacia su puerta, que curiosamente está abierta. Entro y dejo a un costado los globos atados a mi valija.

Las luces de la sala están apagadas, sólo el televisor prendido ilumina el lugar. Harry está acostado a lo largo del sofá... durmiendo. Supongo que no esperaba que llegara tan tarde, decido dejarlo dormir y me acerco sigilosamente tratando de no despertarlo. Me acuesto a su lado con cuidado, apoyando mi cabeza en su pecho, Harry duerme como un tronco.
Casi de inmediato entro en un sueño profundo.













Unos leves movimientos a mi lado me despiertan. Parpadeo desorientada

- Hola- dice en voz baja. Me da un beso en la frente y se sienta. 
- Hola- saludo de vuelta volviendo a cerrar los ojos. 

Acerco mis rodillas al pecho encorvandome más al sentir frío debido a la ausencia de su cuerpo a mi lado. 
Siento sus brazos deslizarse por debajo de mi, uno sosteniendo mis piernas y el otro por mi espalda.

- ¿Qué haces?- pregunto confusa.
- Te llevo a la cama. Vuelve a dormir- susurra.

Lo aparto colocando una mano en su pecho, dudo que pueda cargarme en brazos y menos podrá subir las escaleras. Además, estaba durmiendo muy bien.


- Hmm... debería llamar a mi mamá y avisarle a Vale que estoy aquí. ¿No me puedo quedar en el sofá?- me muevo safándome de sus brazos y busco a tientas a mi almohadón favorito del piso. Me acurruco en él cerrando los ojos. 

- Valeria sabe que vendrías y... acabo de hablar con tu madre- noto una diversión misteriosa en su voz
Frunzo el ceño todavía con los ojos cerrados y luego giro la cabeza para encontrar sus ojos.
Esboza una sonrisa

- ¿Qué es tan gracioso?-
- Ella me adora- dice orgulloso mostrando ahora su sonrisa "colgate" que suele utilizar en las fotos.

Sacudo mi cabeza fallando terriblemente en ocultar mi sonrisa, porque es verdad, lo adora. Vuelvo a mi anterior posición.

- _____, si duermes aquí te dolerá todo el cuerpo después- regaña- Déjame cargarte-
- ¿Qué  hora es?-
- Las cuatro-

Suspiro. Tiene razón, se supone que tengo que descansar bien para el largo día que nos espera. Debo presentar un premio en los Brits y todavía no tengo la menor idea de lo que debo decir. 
Harry desliza sus brazos por debajo de mi cuerpo para levantarme.

- Oye, puedo caminar- digo incorporandome y dandole un beso en la mejilla. 

Sentada en el sofá abrazo mi almohada con los ojos cerrados mientras trato de juntar ganas y energía para subir las escaleras.

- Me hiere que prefieras a Bob antes que a mí- murmura.

Sonrío abriendo un ojo.

- Eso es absurdo, te quiero más a ti que a Bob. Sólo que en este momento- acaricio con mi mejilla a mi almohada- él es más... acolchadito-

Bob ha sido mi compañía en mis solitarias noches durante el tour. Lo llevo conmigo a todos lados. 

- _____ no hagas que me arrepienta de habértelo regalado y vamos a la cama-
- ¡Está bien! - exclamo levantandome del sofá- Pero que gruñón te vuelves tan fácilmente, no le heches tu bronca al pobre Bob que no tiene la culpa de nada- bromeo y me dirijo al pie de las escaleras. Al ver que no se mueve pregunto- ¿No vienes?-
- Honestamente no creo ser bienvenido, no quiero entrometerme entre ustedes dos- finge seriedad.

Se apoya en el respaldo del sofá deslizándose un poco y levantando su brazo con el control remoto en su mano empieza a cambiar de canal sin parar en ningún programa en especial.
Sonrío mordiéndome el labio mirando en su dirección. Me encanta jugar con Harry. Camino y me paro detrás del sofá, inclinándome planto un suave beso en su cuello.

- Eres más que bienvenido- susurro en su oído y le dejo otro beso- Ya lo consulté con Bob- agrego.

Sacude su cabeza, deslizándose más para abajo fuera de mi alcance.
Camino rodeando el sofá y me siento a ahorcajadas sobre él. Tratando de ignorarme, Harry inclina la cabeza a un lado para poder ver la televisión.

- ¿Celoso de una almohada? Te has superado Harry- 

Resopla volviendo la vista hacia mi.

- Hace dos semanas que no nos vemos, y lo único que haces es abrazar eso- dice tratando de sonar serio y mira de nuevo el televisor.
Río.
- La única razón por el que me gusta tanto Bob, es porque es un regalo tuyo y porque tiene tu perfume-

Las palabras emergen de mi boca sin filtro, inmediatamente Harry me mira curioso, tengo toda su atención ahora. Suspiro.

- Compré el mismo perfume que usas y se lo coloco a Bob para que huela a ti- confieso apartándome a un lado, apoyo mi espalda en el sofá. Harry no deja que quite mi pierna de su regazo y arrebata el almohadón de mis brazos para olfatearlo. En este momento mis mejillas deben igualar el color de los globos con forma de corazón.

Harry se hecha hacia atrás apoyando la cabeza en el respaldo del sofá y gira su mirada hacia mí, sonriente, con ternura. Me derrito.



- Gracias por los globos- digo de pronto tímida- Me encanta que seas tan... - 
- De nada- interrumpe con una sonrisa aún más grande y se acerca para besarme.

Un suave beso sobre mis labios, sin embargo no lo dejo ir. La única razón por la que pude aguantar estar dos semanas alejada de Harry fueron por los conciertos que me mantuvieron ocupada, pero ahora lo tengo aquí. Me tomo mi tiempo para besarlo, con lentos movimientos, acariciando sus labios con los mios. Enredo mis dedos en su cabello al mismo tiempo que inspiro profundamente mientras lo beso. Realmente extrañaba esto. Segundos después se separa apoyando su frente en la mía, y dice serio

- A la cama-

Abro la boca para protestar pero él ya se está levantando y tira de mi mano para ponerme de pie.

- A la cama- digo imitando su voz- Sonaría mejor si lo dijeras de otra forma-

Me mira sobre su hombro con una sonrisa divertida mostrando sus hoyuelos mientras tira de mi mano para subir las escaleras.

Llegamos a la puerta de su habitación y se detiene. Todavía de espaldas a mí, da un profundo suspiro y voltea para mirarme. Está nervioso. Se coloca a un lado para dejarme pasar.

- Bienvenida... a nuestra habitación-

Hace un ademán con su mano indicándome que entre. Lo miro ceñuda a medida que avanzo, todavía no hablamos bien el tema de la mudanza.

- Harry, habíamos quedado en que lo hablaríamos más adelante-

Me quedo atónita cuando algo grande llama mi atención. ¿Pero qué? Mi boca cae abierta. Hay un cambio radical en su habitación, una cama de dos plazas ocupa gran parte del lugar, con dos mesitas de luz a los costados y sus respectivas lámparas de noche, arriba de la cabecera hay varios portaretratos colgados en la pared. Me pregunto en qué momento pudo arreglar todo esto.

 - Ya pasaron dos semanas- dice simplemente.

Me giro para enfrentarlo, me mira expectante esperando mi reacción. Finalmente encuentro mi voz.

- Compraste una cama-

Se encoje de hombros. De repente me siento presionada a mudarme y no me gusta nada.

- No te sientas obligada a mudarte ahora- dice apenado rascándose la nuca con una mano.

Me sorprendo cuando adivina lo que está pasando por mi mente, o quizá mi expresión me delata.

- Es que como aceptaste a vivir conmigo...- continúa- no pude resistirme- 

Él realmente está entusiasmado por esto, y no es mi intención derrumbar su ánimo. Aunque debería haberme consultado. Doy un vistazo alrededor de la habitación, definitivamente ya no es la típica habitación de un chico soltero donde todo está desordenado, patas arriba. Mis ojos se detienen en las fotos que eligió colocar en la pared, todas son de primeros planos, nuestra primera "no cita" en el hotel, nuestro picnic de nuestra primera cita, varias con los chicos y nuestras familias tomadas durante el Xfactor tour, otra en blanco y negro donde le estoy dando un beso en la mejilla mientras Harry sonríe de oreja a oreja, otra los dos haciendo muecas, una donde Harry me abraza desde atrás mientras yo extiendo mis brazos para capturar la foto, más y más fotos. Esbozo una sonrisa recordando cada momento que viví a su lado.


Sus brazos me envuelven por detrás, me besa el cuello y apoya su mentón en mi hombro

- Por favor, di algo- susurra.

Mi corazón se encoge al oir su voz. Suspiro. ¿Qué puedo decir para no molestarlo? No estoy segura de querer mudarme ahora, aunque... ¿por qué no?

- ¿Qué te parece si estrenamos la cama?- pregunto valientemente.

Siento su sonrisa en mi cuello. Coloca sus manos en mi cadera y me gira de repente. Me encuentro sonriendole sonrojada por mi insinuación. Se inclina lentamente y su precioso rostro está cerca, muy cerca del mío

- Me parece perfecto- susurra en mis labios y me doy cuenta que estoy aguantando la respiración.

Se agacha más y colocandome una mano en cada muslo me levanta de golpe, haciendo que envuelva mis piernas alrededor de su cadera. Rodeo su cuello con mis brazos para sostenerme y río por la sorpresa. Me pregunto que hice para merecerlo. Acaricio su mejilla con una mano y me acerco a su boca inspirando su esencia. Nuestros labios se funden en un apasionado beso mientras camina hacia la cama, nuestras lenguas acariciandose con lentos y dulces movimientos. Se agacha lentamente para dejarme en la cama y sin despegar nuestros labios, se cierne sobre mí. Desliza un brazo por debajo de mi espalda y me levanta nuevamente para arrastrarme en dirección a la cabecera.

- Te extrañé- murmura apoyando su cuerpo sobre el mío y dejando un camino de suaves besos detrás de mi oreja hacia mi cuello. Lo envuelvo con mis brazos en su cintura y acaricio su espalda por debajo de su camiseta. 
- Yo también- jadeo entre besos- No sabes cuanto-
- No...no lo sé-

Agh... 
Decidida a hacerle entender lo que siento por él, lo empujo para hacerlo girar sobre la cama y me siento a horcajadas.

- Déjame demostrartelo- digo sacandome la camiseta por encima de mi cabeza y me inclino para besarlo dulcemente mientras poco a poco levanto su camiseta.














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Esta vez sin intriga :p Espero les haya gustado... es que entre tanto lío con ___ y Harry, se necesitaba unos mimos jajaja.
Gracias por su comentarios, me encanta leerlos. A veces me encuentro en medio de la calle sonriendo como una tonta cuando los leo desde el celular :) Gracias!
Las adoroooo
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Besote enorme

Lady xx.-